Tenía 16 años la primera vez que recorrí aquél sinuoso sendero que no solo me llevó a un lugar inhóspito y desolado, sorprendente y emocionante sino que me hizo traspasar los límites de mis fantasías y elevó mis ardientes hormonas a un estado casi místico al cruzar su umbral. Recuerdo las sensaciones perdidas en la piel que gritaba por ser acariciada, azotada, castigada tal y como mi imaginación febril golpeaba en mis entrañas. Sin embargo el tiempo provocó algo curioso... borró su nombre, su localización, su ubicación geográfica y solo mantuvo en mi retina las imágenes de las celdas, las ruinas, la oscuridad, el silencio sobrecogedor en medio de la nada... y del deseo latente contenido.
Cuando mi Señor decidió llevarme de vacaciones a Lisboa ni por un momento se pasó por mi cabeza que mis pies volverían a pisar aquel lugar misterioso....de su mano.Llegamos al atardecer de un día de primavera lejos del gentío y fuera de toda ruta turística por una carretera estrecha, repleta de curvas y que hacía predecir la maravilla a la que nos acercábamos. Yo intuía las sensaciones que se despertaban en mi memoria agitándome sentada en el asiento del copiloto. El esperaba pacientemente ver las imágenes que su perrita había logrado exprimir de la cabeza.
Nada más llegar a la puerta la orden te advertía del peligro. Era la última decisión tomada por tu libre albedrío. Podías elegir entrar y quedarte.... ofrecida y entregada para siempre en un camino sin retorno... o podrías pasar por el camino del visitante. Obviamente... elegí el camino de la entrega.
Y ahí comenzó la verdadera historia que en mi interior se ubicaba en un paralelismo total con mi vida. Entrega, obediencia, sumisión, control, jerarquía...
Estaba en el lugar de mis Sueños adolescentes más ocultos y perversos, guiada por mi único Dios
Más que excitante.
ResponderEliminarY esas dos últimas líneas... ufffffff!!!!
Aquello de los sueños adolescentes (que en mi caso retroceden hasta un poquito antes) me toca directamente.
Un placer leerte tras meses de ausencia por aquí.
K-riños.
Como siempre me parece sumamente cálido y excitante. Me encanta leerte, un beso para ti
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