Cuanto más puedo darte mi Señor si todo me parece poco?Alegría, confianza, obediencia, lealtad, sacrificio, devoción, amor. TODO... tal como me reclamaste. Mi alma entera y mi alma a pedacitos. Aquí estoy a tus pies confiando en que mi YO entero no puede estar en mejores manos que las Tuyas. Arrodillada, en los momentos de entrega, arrastrada, en los momentos de humillación, a cuatro patas como una perra o de pie a tu Sombra. TUYA SIEMPRE. Aprendiendo día a día a ser más TU en este camino de magia que una vez emprendí de Tu Mano.
Ayuda a esta humilde esclava, guía a esta indigna perra y llévame al Abandono Total en mi Señor. Es la súplica de un alma sumisa
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