Falta un día para que oficialmente entremos en primavera y eso de repente ha traido a mis recuerdos la ola de frio siberiano que hemos sufrido este invierno. Que frio rrrrrrrrrrr!!!!!!! Que frio tan horroroso!!! Me pilló en Granada. Ni se a que temperatura estabamos, solo se que la orden de mi Dueño fue clara, concisa y directa. Un catsuit de rejillas, unos minipantalones, un top sin tirantes y una chaqueta de cuero blanca. Al menos me permitió las botas altas... eso si... sin calcetines.
Una sumisa es muy sacrificá incluso a temperaturas extremas. Aunque he de agradecer a mi Señor el detalle que tuvo de ponerme una mascara de lycra en mi cabeza. Seguramente para que no se me escapara el poco calor que el cuerpo podía retener.
Guardo unas sensaciones increibles. Las piernas me temblaban de frío, casi se adormecían. Los dientes me tiritaban y agradecía que el poco aire que respiraba se quedara entre la tela y mi rostro. La mano de mi Amo se posaba en mi coño. Estaba helada. Tan helada que yo hubiera jurado que la habia metido en el congelador. Empezó a diluirse mi consciencia y de repente una idea se fijo en mi mente. Soy un cubito de hielo. Seguramente así es como se sienten las sumisas sumergidas en Siberia. Que de pamplinas pasan por la mente en esos instantes... ah y una preocupación... como mi Dueño desee que me corra no se como me las voy a apañar.... creo que la pipa ha desaparecido, ta escondida sin posibilidad de reaccionar. Se que alguna otra mano me acarició, incluso algún azote... suave... porque el frio incrementa mucho el dolor.. al menos a mi me pasa.
En fin una experiencia para repetir. Son cosas nuevas que no esperas y que te sorprenden... era un cubito de hielo.... y cuando otra sumisa me llevó de paseo de mi collar y con mi máscara puesta apenas me sostenían las piernas. Mi Amo había decidido mi inmovilización, en este caso controlada por mi misma. Fue una orden suya... quieta.. y no me moví. Y El había impuesto su voluntad para que mi cuerpo "padeciera" la ola de frio siberiano y la comparara con las cálidas temperaturas a la que si estoy acostumbrada.
Un nuevo día... una nueva fiesta y una nueva sensación física y mental para esta perrita entregada.
Gracias mi Señor, en el calor extremo, en el frio desgarrador, entre sus brazos o a sus pies.. su perra
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