El bdsm es mi vida... no una afición ni un juego... representa todo lo que soy y lo que deseo ser... a los pies de mi Dueño cada minuto de mi existencia.
Y yo lo sentía desde mi más tierna infancia donde comencé dibujando en mis sueños a un hermano mayor que me controlaba, dirigía, acariciaba..... El hermano fue sustituido por secuestradores, mafiosos, vampiros... un sinfin de personajes.... hasta que llegué a la figura del Amo en mi adolescencia. Todo lo enterré en lo más profundo de mis sueños y fantasías negándome a mi misma, preguntandome si aquello podía ser calificado como normal o sano. Todo lo oculté y lo sufrí con frustraciones interminables fingiendo... siempre fingiendo.
En la actualidad ya no cuestiono ni mi integridad mental ni moral. Soy una perra, vivo como una perra y es mi único deseo e inquietud serlo cada día más guiada por la mano de Aquel que impregna mi existencia entera.
Me acepté, me reconocí, y luché por mis sueños. El vino a hacerlos realidad. Tomó nombre, cuerpo, piel, voz y se irguió ante mí fuerte y autoritario.
A sus pies ya no sueño... vivo. De su mano vuelo. Con su voz tiemblo. Y el BDSM lo rodea todo. Desde que me levanto hasta que me acuesto mi pensamiento esta en El. Los colores son más fuertes, los días más claros y yo más feliz.
No podría vivir sin El. La dependencia física, emocional, económica.... la dependencia en todas sus vertientes es inmensa tal como es la inmensidad de su presencia que lo abarca todo. Soy consciente de mi suerte. De la tremenda suerte de haber encontrado a mi Dueño. Mi único Dueño. De ser libre de vivir y amar tal como siento.
Gracias a El soy yo. Y quien soy yo? Lo que El desee..... Es mi mayor aspiración.
A veces la emoción de sentirme así me embarga de tal manera que lloro. Como si me rompiera por dentro cual gusano que va abriendose paso para convertirse en mariposa. Bueno... sería mucho pretender verme como mariposa.... perra........ cual perra......... la perra de mi Dueño
Felicidades por poder vivir tus sueños hechos realidad
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