AL OTRO LADO DEL EROSTEK
Al día siguiente de iniciarme en el manejo básico del EROSTEK fuí yo la manejada. Aún resonaba en mis oidos la sesión anterior. En aquella ocasión las notas del Fantasma de la Opera invadían la habitación en la que me encontraba y su ritmo lograron acompasar los latidos de mi corazón y mi coño a través de las ondas que me recorrían. Que manea de correrme!!
En esta ocasión no hubo música. Solo impulsos. Pero ninguna experiencia es igual a otra, ningún día ni siquiera similar al anterior... siempre distinto... siempre más. A veces me pregunto.. hay un final? un tope? Al principio temía caer a través de un precipicio al igual que a los primeros marineros les aterrorizaba el abismo en el que finalizaba el mar........ Ya no tengo ese miedo. Hoy sé que unos brazos fuertes y poderosos rodean todo mi existir.
Sorpresivamente porque no me lo esperaba para nada...... sacaron una goma. Y si... lo habían estado hablando los dos el día anterior por lo visto pero no... yo en mi mundo no me enteré de nada. Y si... la goma era aquello que oí comentar por encima que se adaptaba perfectamente a la cavidad anal. Mu fina para ser perra.... ciertamente....... la goma era para mi culo. El consolador con sus cuatro bandas metálicas para el coño y el aparató que mi Dueño tenía en las manos para que era?
Todo fue introducido en mi cuerpo con suavidad. Juraría que lo hicieron así para que me confiara..... y porque lo importante vendría luego. Las ondas empezaron a estimularme el culo, luego la vagina por completo y las contracciones y las vibraciones pasaban de uno a otro agujero primero débilmente.
Mi Señor... asi... sin avisarme... colocó el nuevo aparato en.... mi clítoris.... una inesperada descarga a cada lado de mi pipa me dejó sin respiración. Me incorporé como empujada por un resorte del rojo cuero del chaise longe. No podía controlarme. Y malos... que malos que son... detuvieron su juego. La dulce sumisa me acariciaba y me besaba..... hasta que....plaf... la escena recomenzó....
La perra se retorcía entre las sutiles descargas que le provocaban un placer inexplicable y otras rozaba un dolor punzante..... la perra pedía más.... ¡ En las tetas! ¡Por favor... en las tetas! NO...... NO....NO.. no me colocaron las copas rosas.... ignoro la razón.... Si sé que la intensidad se incrementaba volviéndome loca....
Mi coño pedía más.... me preguntaban que sentía...
DINOS QUE SIENTES PUTA!!
Como si me estuviera follando un caballo!!
Porqué pasó esa idea por mi cabeza? Jamás me ha follado un caballo pero vamos es que ni siquiera jamás lo había pensado. Sin embargo era.... una sensación de ser follada por una polla INMENSA ajena a cualquier percepción de desgarro o dilatación inaguantable. Para los más entendidos alcancé el 99 del dos creo recordar.
Si ... hay que ser perra... o yegua.........
La vida y las experiencias continuan... todo igual.. todo distinto.... el círculo se amplia..... VIVE CONMIGO
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